Uganda: soluciones para la malnutrición infantil

En las Navidades de 2018 nos fuimos un grupo de diseñadores a Uganda con el objetivo de crear soluciones relacionadas con malnutrición infantil.

Conociendo el trabajo del Dr. Matteka

En 2015 habíamos estado conociendo el proyecto que tenía el Dr. Matteka en Kabale, Uganda, en el que trabajaba con tratamientos intensivos de leche de vaca para curar a niños con malnutrición infantil. También daba cursos sobre nutrición y cuidado de los niños a las madres que llegaban con sus hijos enfermos.

En 2015 hicimos el cortometraje Milky Way para intentar ayudar al proyecto, pero no nos salió un buen cortometraje, así que decidimos ayudar de otra manera.

Diseñadores en Kabale

 

Teníamos una oportunidad de colaborar mejorando los materiales que utilizaba el Dr. Matteka para las clases con las madres. Podíamos mejorarlo y hacerlo suficientemente visual para que las madres se lo pudieran llevar a sus aldeas y compartirlo con otras madres.

Probamos algo totalmente inédito, llevar un grupo de diseñadores desde España para facilitar talleres de co-creación que buscasen soluciones al problema.

En el sur de Uganda hay un problema con la malnutrición infantil. Queríamos ayudar a través del diseño a reducir este problema. El objetivo era reducir al menos en un 1% el nivel de malnutrición infantil en la zona.

Era un proyecto totalmente nuevo y con mucho riesgo ya que no sabíamos si un equipo de diseñadores iba a aportar valor en un contexto como Uganda.

Además nos auto impusimos unas restricciones, cómo por ejemplo no llevar nada de material y trabajar únicamente con lo que tuviéramos a disposición en Uganda.

También nos presionaba muchísimo el escaso tiempo, tan solo 1 semana de proyecto.

Empezamos entendiendo bien todos los problemas que tenían y porqué se producía la malnutrición. Nuestros primeros prototipos los testamos con las madres y nos dimos cuenta que nuestro lenguaje visual no se entendía. Ninguno de los dibujos que habíamos hecho funcionaba y tuvimos que volver a empezar.

El tercer día vimos la luz, ya que empezaron a entender los dibujos, bueno, nosotrxs empezamos a entender cómo leían los dibujos.

Finalmente el quinto día pudimos entregar 800 copias de las hojas informativas que era fáciles de entender para el personal del hospital y para las madres.

Después de un año el Dr. Matteka reconoció que no sabe medir exactamente el número de niños que han dejado de tener malnutrición por este material informativo, pero que claramente ha superado el 1%.

Estamos inmensamente felices, ya que un mal cortometraje nos trajo la oportunidad de salvar vidas a través del diseño.
Carlos Caro
Top